Los resultados de las elecciones generales en España me hacen reflexionar sobre la diferente actitud que han tomado los jóvenes ante las urnas. En principio, uno se pensaba que valores como la solidaridad, la ecología, y la igualdad eran patrimonio de la juventud. Es, además, evidente, que esos valores los defiende más el socialismo, y que el partido popular se ha reído incluso de la inmigración, de la solidaridad y de la ecología como cuestiones a tener en cuenta. Respecto a la igualdad, hasta la han llevado a los tribunales, a través de su contencioso a la ley de igualdad. En Valencia, en mi ciudad, las cosas no han sido así. Se han premiado más la fórmula uno, los campeonatos de vela y los grandes eventos de boato. En Valencia, entre los jóvenes, ha triunfado la superficialidad frente a lo profundo, y uno no puede sentirse sino un mucho decepcionado. Porque ¿qué otros motivos encontramos para justificar que aquí en Valencia el partido popular arrase en las elecciones y en barcelona, por ejemplo lo haga el partido socialista?. Es evidente también que el partido popular ha convertido a Cataluña en el centro de todas sus críticas, en el centro de todas sus controversias. En ese caso, los jóvenes de Barcelona habrían castigado al partido popular por su castigo a su tierra. ¿Pero ocurrió igual en Valencia?. Aquí no ha habido "agresión" del gobierno socialista, pero ¿habrá calado entre los jóvenes la actitud victimista del gobierno popular autonómico, que se siente agredido por cualquier acción del gobierno?. Si fuera así, no podríamos estar contentos de los que entienden al contrincante político como enemigo. Los jóvenes no podemos caer en la tentación de crear bandos en permanente conflicto. ¿Es que no nos preocupan las cosas más importantes: el cambio climático, la libertad de elegir a quién amas, la posibilidad de invertir el 0,7% en el tercer mundo?. ¿Tanta miseria tenemos los jóvenes de valencia?. ¿Tan listos son los jóvenes de barcelona?.