lunes, febrero 18

adèu, joan brusca

No suele mi blog albergar sitio para hablar de personalidades, pero hoy he de hacer una excepción. Ha muerto Joan Brusca, líder sindical de la Unió de Llauradors de Valencia, a los cincuenta y un años de edad. Vi a Joan el viernes, mientras almorzábamos en una céntrica cafetería de Valencia. Yo estaba sentado y él ya salía, pero me vio y se acercó a mí: "qué tal te va" me dijo. "Luchando, como tú", le contesté. Muy lejos del tópico, era un hombre que se interesaba de verdad por cómo me iban las cosas. "Nos veremos mañana, supongo", me dijo en referencia al acto de la vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega. Le contesté que sí.
Esta mañana, la noticia de su muerte en portada de todos los periódicos de Valencia me ha golpeado como un mazazo. "Justamente hoy llueve", he pensado, "bueno para el campo, qué ironía, qué detalle del destino". Joan estaría hoy contento, en esta tierra donde nunca llueve.
Lo vi el viernes y no pude verle el sábado, pero no me hago a la idea de que ya no lo pueda volver a ver. La muerte es ese vacío, esa falta de comprensión, esa dificultad de asimilar que el otro jamás estará. Jamás me volveré a cruzar contigo en algún acto, o en alguna cafetería. Jamás te acercarás sinceramente a mí para preguntarme qué tal me va. Pero espero que tu ejemplo y tu lucha de buena persona se quede siempre en mi. Adèu, Joan. Llueve sobre el campo de Valencia. Como tú hubieras querido.

miércoles, febrero 13

el principito

Me interesa tu mirada limpia de niño, tu sonrisa sincera ajena a las convenciones y a los modales. Me interesa tu forma de ver el mundo, tu manera de relacionarte, tu escala de valores donde lo más importante es que estemos un minuto más juntos. Me interesa tu forma de aprender y de enfrentarte a las cosas. Me interesan tus miedos a los lobos que se comen a las vacas, a los perros que ladran de miedo. Me interesa tu vida que es mucho más importante que mi vida, tu cielo morado que es más importante que mi cielo lleno de aviones. Hoy te he abierto un nuevo blog. Un diario para contarte aquello de ti que no dirán las fotos ni los vídeos, y que corre el peligro de borrarse de la memoria como las letras en la orilla de la playa. No quiero que olvides nunca lo que de verdad eres.

lunes, febrero 11

nairobi

Si os fijáis bien, os daréis cuenta de que he apadrinado un pequeño tigre anaranjado al que he llamado "nairobi", y que está jugueteando en el lateral de mi blog. Tengo varias razones para hacerlo: la primera es que siempre me han gustado los animales, y, aunque de dibujo,
al traerme a casa a este tigre pretendo recordar a todos aquellos animales que son masacrados, apaleados y asesinados por nosotros mismos, que nos llamamos inteligentes y racionales. La segunda es que a mi hijo le encanta, y como no sabe leer -aunque disfruta de mis historias desde que tiene oídos- lo he incluido para que le guste mirar mi blog. La tercera, pero la más importante, es la siguiente: tengo un amigo keniata, Samson Okeyo, que es guía turístico, y que me llama y me sigue desde allá cuando tiene tiempo de ir a leer su correo electrónico y a conectarse a internet a la agencia donde trabaja. Y me dice que está muy preocupado por lo que pasa allá. Por un fraude electoral que todos vislumbramos desde acá sin hacer caso, pues Kenia no tiene petróleo y poco nos importa lo que les pase, han montado prácticamente una guerra civil. Aparte de la barbarie y de los muertos, que nos empieza a recordar a Ruanda donde los cascos azules abandonaban a los hutus a su suerte, se ha cargado el turismo, su principal fuente de riqueza. Y Samson no sabe que hacer. Así que yo desde acá, con mi tigre nairobi, reivindico que fijemos nuestra vista y nuestra ayuda allá. Si queréis animarle, escribidle. Decidle que vais de parte mía. Decidle que algunos sí pensamos en ellos. okeyosamson@yahoo.com

lunes, febrero 4

nuevo punto de vista

Esta es una foto de mi amigo Fernando Darder, que dedica su vida a la ayuda de emergencia. Después de dos años en Tailandia, ayudando a los huérfanos del tsunami, se ha ido a Perú para ver qué puede hacer por los del terremoto. Le pedí una foto de paisajes, pues es un buen fotógrafo y quería ampliarme una para las paredes de casa. Me envió ésta. Al principio no me di cuenta de lo que significaba. Pero después lo pensé: su punto de vista es diferente. El paisaje no era de las nubes vistas desde un prado verde. Él las ve desde otro lugar. Y ese punto de vista, el de la gente como Fernan, es el que nos hace falta.

en busca de bobby fischer

Hace ya días que murió el genial y enigmático Bobby Fischer. De él nos han enseñado en los últimos años unas fotos que parecen repetidas: un hombre grande y abandonado, con pantalones vaqueros, una gorra, unas sandalias con calcetines y su pelo largo, lacio, desordenado, y su barba casi indecente. Y poco más sabemos de su vida: huía constantemente, era antisocial, y había perdido casi el contacto con la realidad. Fischer representa casi exactamente lo que entendemos por un genio, pero, de ellos, quiero incidir en un aspecto que considero crucial para que aprendamos a vivir en el nuevo mundo: su total desapego por las cosas materiales, su repugnancia a los actos sociales y a todo lo que significa aparentar.
Quizás ellos lo hayan visto desde otra óptica, como los niños: jamás se preocuparon del qué dirán, nunca creen que lo material es lo más importante. Para mi hijo el mejor regalo no se puede comprar. es el tiempo que puede estar conmigo. A Fischer poco le importaron los laureles y las palmadas en su espalda. A su entierro, por estricto deseo suyo, no fueron invitados ni algunos de los familiares más cercanos. Tampoco le preocupó su dinero. Quizá lo único que le hizo feliz fue el ajedrez, o quizá no. Alguno de sus únicos amigos ha confesado que le encantaba sentarse a hablar con él. Es una actitud de la que hemos de aprender. Aunque nos digan que fue un loco. Porque quizá nos lo pintan así porque al sistema no le interesan los héroes como Bobby Fischer. En mi nuevo mundo sería, si él quisiera, presidente de la república. Me gustaría que aprendiéramos a seguir buscando lo bueno de Bobby Fischer...