adèu, joan brusca
Esta mañana, la noticia de su muerte en portada de todos los periódicos de Valencia me ha golpeado como un mazazo. "Justamente hoy llueve", he pensado, "bueno para el campo, qué ironía, qué detalle del destino". Joan estaría hoy contento, en esta tierra donde nunca llueve.
Lo vi el viernes y no pude verle el sábado, pero no me hago a la idea de que ya no lo pueda volver a ver. La muerte es ese vacío, esa falta de comprensión, esa dificultad de asimilar que el otro jamás estará. Jamás me volveré a cruzar contigo en algún acto, o en alguna cafetería. Jamás te acercarás sinceramente a mí para preguntarme qué tal me va. Pero espero que tu ejemplo y tu lucha de buena persona se quede siempre en mi. Adèu, Joan. Llueve sobre el campo de Valencia. Como tú hubieras querido.